que creí
que las estrellas y la luna
bailarían para mí…
Que el océano vendría
con onda perfecta
y transparencia firme
a acariciarnos
con memorias
de agua y de sal...
Que las sirenas
surcarían
las profundidades
con elegancia,
sin traspasar
el umbral
del estigma
opaco
de este cuerpo
mortal.
Yo,
que creí...
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